viernes, 17 de septiembre de 2010

Golpe de Estado:La victoria de la Derecha en Argentina

Los militares fueron quienes impulsaron el Golpe de Estado. ¿Los militares fueron quienes impulsaron el Golpes de Estado? ¿Por qué habrían de hacerlo? ¿Acaso alguien les ordenó que lo llevaran a cabo? ¿Quién está detrás de uno de los mayores crímenes de lesa humanidad en nuestro país? ¿A qué intereses respondieron estos hechos históricos?

Ya es de conocimiento público que Estados Unidos tuvo mucho que ver en la organización y ejecución de la toma del poder en el año 1976. En esos tiempos los norteamericanos querían seguir expandiendo su “Imperio”, querían imponer el capitalismo en todo el mundo, querían perseguir al comunismo. Ese comunismo que se estaba germinando en muchos países de Latinoamérica. En Latinoamérica existía una sociedad pensante e intelectual muy poderosa. Eso no era bueno, gente que piense no era bueno. Algo había que hacer.

Además de los intereses “ideológicos”, también existieron intereses económicos en juego. Los Estados Unidos, así como muchos países europeos, se habían convertido en países industrializados hacía tiempo; hacía tiempo también que los países del “tercer mundo”, se habían convertido en los principales proveedores de commodities (materias primas) para las grandes potencias. Con Perón en el poder, ese sistema había tambaleado y casi se cae; lograron sofocar el incendio, pero había que asegurarse de que no haya riesgos nuevamente. Las grandes potencias tenían que asegurarse de seguir teniendo a su disposición a sus esclavos de siempre.

Es por ello que encontraron unos muy buenos aliados: los grandes ruralistas, que a su vez eran grandes empresarios (sí, estas personas tienen y tuvieron más poder que el que nadie se puede imaginar). Gente conservadora, con un pensamiento capitalista, con ansias de generar cada vez mayor riqueza, aumentar cada vez más su patrimonio. Los yankees y los ruralistas se unieron, los yankees ganaban poderosos aliados en el territorio enemigo, además que asegurarían la provisión de lo que ellos querían: las materias primas.

La historia de los “poderosos” en Argentina, comienza a mi parecer con la Batalla de Caseros, cuando Rosas se ve derrotado. Rosas, si bien con métodos muy discutidos, planteaba un país igualitario, federal y hacía incapié en las personas menos favorecidas económicamente. Con la caída de Rosas, empezaron a gobernar los Unitarios y de ahí les pasaron el mando a los oligarcas. Se produjo un exterminio de los gauchos, un exterminio de los indígenas, un exterminio de aquella sociedad considerada inferior, mucho tuvo que ver aquél al que todos llaman “el padre del aula”. Como siempre, vivimos en un mundo en el que la Historia la escriben los ganadores, aunque yo diría que la inventan. Se les quitó las Tierras a los indígenas, los poderosos terratenientes las pusieron bajo su dominio. Se esclavizó a los gauchos, se los trató como simples peones, olvidando todo lo que dieron a la Patria.

En fin, los mismos oligarcas que fueron obteniendo tierras, poder y riqueza desde esa época, son los que conforman y siempre conformaron la Derecha de la República Argentina. Aquellos que siempre lograron tener el mando en el país, más bien diría, aquellos quienes lograron siempre dirigir el país de acuerdo a sus intereses. Cuando veían que alguien intentaba ir en su contra, le caían como guillotina a su cabeza.

No podía faltar, en la “cabeza” de la dictadura, la presencia de aquella institución que tiene el poder no sólo en la Argentina, sino en todo el mundo desde tiemps inmemoriables. Aquella institución que utiliza la palabra de Dios para esclavizar a las personas, para enriquecerse ellos mismos. Aquella institución a la que no le importa lo que tenga que hacer para seguir teniendo poder, ni aunque vaya en contra de lo que su Dios dijo. Esta institución de la que hablo no es ni más ni menos que la Iglesia, quien ya había visto tambalear sus cimientos con el gobierno de Perón, debía asegurarse que no vuelva a suceder.

La Derecha estaba preparada, los militares fueron el brazo armado de la misma, fueron la espada que golpeó al enemigo. Y así comenzaron los años más oscuros de la Historia Argentina. Se castigó a quienes pensaban, se castigó a quienes iban en contra de la corriente, se castigó a gente inocente también, se castigó a todo sospechoso de tener ideas “rebeldes”, se castigó a estudiantes secundarios y universitarios, se castigó a intelectuales. En nuestro país se dejó de pensar porque era peligroso.

El gobierno ejercido por los militares, practicó la desindustrialización e hizo incapié en la producción agrícolo-ganadera. Era algo evidente, se dirigió el país a favor de los intereses de aquellos que eran más poderosos. Martinez de Hoz como Ministro de Economía y Zorreguieta (padre de la princesa Máxima de Holanda) como Secretario de Ganadería ¿Qué se podía esperar?

Se impulsó el neoliberalismo a más no poder. Surgieron grandes empresas y nuevos poderosos con ellas. Hector Magnetto, actual gerente general de Clarín, subió al poder en ese entonces. ¿Subió al poder? Sí, Magnetto, así como muchos otros, tuvieron en Argentina mucho más poder que los gobiernos que fueron sucediendo. Cuentan que cuando estaban reunidos con el ex-presidente Menem, éste le dice “pero lo que usted desea es mi puesto”, y Magnetto le responde “no, ese es un puesto menor”.

Hector Magnetto, y su millonaria empresa ascendieron gracias a la tortura de gente inocente, a la amenaza, a su complicidad con crímenes de lesa humanidad. Y así como él hubieron tantos otros. Entre ellos Pedro Blaquier, gerente de Ledesma, el ingenio azucarero en la provincia de Jujuy. Blaquier fue cómplice de la dictadura también, cuando fue el apagón en la ciudad de Ledesma, las únicas luces que quedaron prendidas fueron las del ingenio, a donde se llevaban a las personas para ser torturadas en los galpones de la empresa. Blaquier responde actualmente a estas acusaciones diciendo que no son más que producto de la envidia hacia su riqueza.
Estados Unidos no podía estar más contento, había logrado que el capitalismo reine en la Argentina, que se extinga aquella semilla peligrosa del comunismo, y a su vez había logrado un “pacto” con el cual se aseguraría de estar siempre bien aprovisionado de commodities. La Iglesia también se contraba alegre, había conseguido que un gobierno que estuviera a su favor asumiera el mando, así como el apoyo de gente muy poderosa.

Desde ese entonces, Argentina nunca se pudo recuperar. Volvió la Democracia, sí, pero no fueron más que una sucesión de títeres de los poderosos aquellos quienes gobernaron el país. Alfonsín se tuvo que enfrentar a un país destrozado, seguramente que también cumpliendo órdenes desde arriba suyo y hasta pactar con los militares; quizás no tuviese malas intenciones, pero no pudo ir en contra del poder ya existente.

Menem, poniéndose la máscara del Peronismo, aunque mandado tanto por Estados Unidos como por la Derecha del país, planteó un neoliberalismo acérrimo y destructor del Estado. Otro muñequito en el juego del poder. Y así llegó De La Rúa, a quien lo veo como Alfonsín, pero mucho más inoperante que él.

En el 2003, llegó el cambio. Asumió Néstor Kirchner, quien empezó su mandato de forma muy humilde y a pasos pequeños, sin embargo logró hacer salir a flote al país. Luego llegó al poder su esposa la presidenta Cristina Fernández, quien actualmente sigue en el cargo. Aquí fue cuando se comenzó a ver las verdaderas intenciones del gobierno. Hacerle una cruzada a la Derecha ostentadora del poder desde hace muchísimo tiempo en la Argentina, lograr un país más igualitario, acortar la brecha existente entre ricos y pobres, que el capitalismo deje el trono que ocupa, que la gente se interese más en lo espiritual, en crecer como persona, en ayudar a su comunidad y deje de lado las cosas materiales y, principalmente formar una sociedad basada en el conocimiento y razonamiento. Esos son los objetivos de este gobierno, y por eso lo defiendo. Quizás existan como siempre intereses personales metidos, pero por ahora me gusta lo que se plantea.

Igualmente, creo que se debe proceder con mucho cuidado, aunque la estrategia de los Kirchner de ir de a poco, fue muy fructífera. En la actualidad lo único que le queda a la Derecha para pelear son las buenas vías de la Democracia. No tienen un sólo tanque, pero si lo tuvieran lo mandarían directo a la Casa Rosada, que no quepan dudas. Este gobierno está enfrentado con la gente del campo y con la Iglesia también, ni qué hablar de los poderosos de siempre. Espero que se pueda revertir la maldita Historia de este país, que se repite como si fuera un eterno deja-vu en mi mente. Espero que la Derecha Argentina, se baje del podio que la tiene como ganadora eterna.

domingo, 5 de septiembre de 2010

Evita

Excelente texto de Evita, dejo una parte del mismo y después el link en el cuál se puede leer entero.

Ya no quiero explicarles nada de mi vida ni de mis obras. No quiero recibir ya ningún elogio. Me tienen sin cuidado los odios y las alabanzas de los hombres que pertenecen a la raza de los explotadores. Quiero rebelar a los pueblos. Quiero incendiarlos con el fuego de mi corazón. Quiero decirles la verdad que una humilde mujer del pueblo -¡la primera mujer del pueblo que no se dejó deslumbrar por el poder ni por la gloria!- aprendió en el mundo de los que mandan y gobiernan a los pueblos de la humanidad. Quiero decirles la verdad que nunca fue dicha por nadie, porque nadie fue capaz de seguir la farsa como yo, para saber toda la verdad. Porque todos los que salieron del pueblo para recorrer mi camino no regresaron nunca. Se dejaron deslumbrar por la fantasía maravillosa de las alturas y se quedaron para gozar de la mentira. Yo me vestí también con todos los honores de la gloria, de la vanidad y del poder. Me dejé engalanar con las mejores joyas de la tierra. Todos los países del mundo me rindieron sus homenajes, de alguna manera. Todo lo que me quiso brindar el círculo de los hombres en que me toca vivir, como mujer de un presidente extraordinario, lo acepté sonriendo, "prestando mi cara" para guardar mi corazón. Sonriendo, en medio de la farsa, conocí la verdad de todas sus mentiras. Yo puedo decir ahora lo mucho que se miente, todo lo que se engaña y todo lo que se finge, porque conozco a los hombres en sus grandezas y en sus miserias. Muchas veces he tenido ante mis ojos, al mismo tiempo, como para compararlas frente a frente, la miseria de las grandezas y las grandezas de la miseria. Yo no me dejé arrancar el alma que traje de la calle, por eso no me deslumbró jamás la grandeza del poder y pude ver sus miserias. Por eso nunca me olvidé de las miserias de mi pueblo y pude ver sus grandezas. Ahora conozco todas las verdades y todas las mentiras del mundo. Tengo que decirlas al pueblo de donde vine. Y tengo que decirlas a todos los pueblos engañados de la humanidad. A los trabajadores, a las mujeres, a los humildes descamisados de mi Patria y a todos los descamisados de la tierra y a la infinita raza de los pueblos! como un mensaje de mi corazón


http://www.elortiba.org/pdf/mimensaje.pdf